RUNA representa un cambio paradigmático en cómo el Estado llega a las poblaciones más vulnerables, eliminando barreras históricas y creando puentes de comunicación efectiva
En 2025, el Perú enfrenta el desafío de garantizar el acceso a la justicia para todas sus comunidades. En la provincia de Condorcanqui, región Amazonas, 37,955 ciudadanos de las etnias Awajún y Wampis viven en condiciones que los han mantenido históricamente excluidos del sistema de justicia formal. RUNA surge como la respuesta innovadora a esta deuda histórica del Estado.
Cada ciudadano, sin importar su ubicación geográfica o idioma, tiene derecho a acceder a la justicia de manera digna y efectiva
"Llegamos donde el Estado nunca pudo llegar, utilizando la tecnología más simple pero más poderosa: dispositivos comerciales transformados en herramientas de justicia."
Reducimos la brecha entre las comunidades rurales y el sistema de justicia, garantizando igualdad de oportunidades para todos
"Por primera vez, una niña awajún puede denunciar un abuso con la misma facilidad que cualquier ciudadano en Lima, en su propio idioma y desde su comunidad."
Especialmente diseñado para proteger a los más vulnerables, con mecanismos seguros y confidenciales de denuncia
"Incluye protocolos especiales de seguridad que protegen a las víctimas incluso cuando el agresor es una autoridad local."
Las comunidades de Condorcanqui enfrentan una realidad única: ubicadas en la frontera con Ecuador, accesibles solo por río mediante viajes de hasta 8 horas, con electricidad disponible apenas 5 horas al día y una penetración de internet inferior al 15%. Sin embargo, el 89% de la población tiene acceso a WhatsApp en sus teléfonos básicos.
Esta paradoja tecnológica nos llevó a diseñar RUNA: una solución que aprovecha la infraestructura existente de manera innovadora. Utilizamos dispositivos POS (esos terminales de pago que vemos en tiendas) porque ya están diseñados para funcionar en condiciones adversas, tienen conectividad integrada y, lo más importante, incluyen una impresora que permite entregar comprobantes físicos de las denuncias realizadas.
RUNA no es solo tecnología, es un catalizador de cambio social que empodera a las comunidades
Casos críticos
que requieren atención inmediata
Reducción
en tiempo de respuesta
Disponibilidad
sin interrupciones
Trazabilidad
de todos los casos
Mecanismo seguro para que menores puedan reportar situaciones de riesgo sin temor
Las mujeres de las comunidades pueden denunciar violencia de forma segura y confidencial
Por primera vez, las comunidades más remotas tienen voz directa con las autoridades
Un ecosistema completo diseñado para superar cualquier barrera
RUNA no es simplemente una aplicación o un dispositivo. Es un ecosistema integral que incluye tecnología, capacitación, acompañamiento y, sobre todo, un profundo respeto por la cultura y las necesidades de las comunidades a las que servimos.
Encuentro con el Promotor
El promotor comunitario visita tu comunidad semanalmente con el dispositivo RUNA
Identificación Simple
Si es tu primera vez, se crea tu identificación con un sticker QR único. Si ya tienes uno, solo lo escaneas
Registro del Caso
Describes tu situación en tu idioma, mediante audio, fotos o seleccionando iconos simples
Comprobante Inmediato
Recibes un recibo impreso con tu código de caso para seguimiento
Seguimiento por WhatsApp
Si tienes celular, recibes actualizaciones automáticas. Si no, el promotor te informa en su siguiente visita
Alertas en Tiempo Real
Los casos críticos generan notificaciones inmediatas al equipo especializado del Ministerio
Geolocalización de Casos
Mapa interactivo que muestra la distribución y tipos de casos por comunidad
Análisis de Patrones
Identificación automática de tendencias para prevención y política pública
Gestión de Promotores
Seguimiento del desempeño y rutas de los promotores comunitarios
Reportes Automatizados
Generación de informes para toma de decisiones y rendición de cuentas
Los promotores son miembros respetados de las propias comunidades, capacitados para operar el sistema RUNA. Hablan las lenguas nativas, conocen las costumbres locales y generan confianza. Cada promotor atiende entre 3 a 4 comunidades, visitándolas semanalmente siguiendo rutas optimizadas según los patrones de navegación fluvial y las necesidades detectadas.
Diseñado para que cualquier persona, independientemente de su nivel educativo o edad, pueda utilizarlo de manera intuitiva. Hemos trabajado con las propias comunidades para crear una interfaz que respeta sus formas de comunicación y sus necesidades específicas.
La simplicidad no es casualidad. Cada elemento ha sido cuidadosamente diseñado después de meses de investigación en campo, entendiendo que en emergencias cada segundo cuenta y que la barrera tecnológica no puede ser un obstáculo para acceder a la justicia.
Sistema de alerta inmediata con geolocalización automática. El botón ocupa el 50% de la pantalla para facilitar su uso en situaciones de estrés.
Graba tu mensaje en tu idioma nativo, nosotros nos encargamos del resto. El sistema transcribe y traduce automáticamente cuando es necesario.
Recibe un documento físico como prueba de tu denuncia. Fundamental en comunidades donde el papel sigue siendo la prueba más confiable.
Seguimiento familiar mediante la app más usada
Awajún, Wampis y Español disponibles
Protección de datos y anonimato garantizado
Dashboard para autoridades con métricas clave
Una implementación gradual y sostenible que garantiza resultados desde el primer día
Implementación en 2 comunidades estratégicas con resultados inmediatos
Primeros 100 casos registrados
500+ casos documentados
Cobertura total de Condorcanqui con promotores locales capacitados
Modelo replicable listo para implementar en todo el territorio
9.2 millones de beneficiarios potenciales
37,955 personas esperan justicia. Con RUNA, podemos hacer la diferencia hoy mismo.
"La justicia no puede esperar. Cada día sin acceso es una oportunidad perdida para proteger a los más vulnerables"
En 2025, tenemos la tecnología, el conocimiento y la voluntad política para transformar esta realidad. RUNA es más que un proyecto: es un compromiso del Estado peruano con sus ciudadanos más olvidados.
Sistema probado y validado con las comunidades
Modelo replicable para 9.2 millones de peruanos